Una lucha constante entre el “quiero pero no debo, debo pero no quiero, no quiero ni debo, quiero y debo”, al final todo fue un punto intermedio. Mi mente se enmarañaba aun más, internamente trataba de contenerme para no caer, de momento caí en mi enmarañado mundo. En algún instante me sentí tranquila, sosegada, sin el temor de mostrar mis deseos, pero así como llego ese instante se fue, comencé a temer de mí, de mis actos, y sin más me aparte.
Recordé lo que en pasado me hacia ser, sí lo añore y ahora lo deseo más que nunca, simplemente ser lo que siempre he sido y no tan facíl he dejado ver.
Recordé lo que en pasado me hacia ser, sí lo añore y ahora lo deseo más que nunca, simplemente ser lo que siempre he sido y no tan facíl he dejado ver.
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