Después de poco más de un año, charle gratamente con uno de los buenos amigos que estan en mi andar "el Aniel", ahh que muchacho tan movida su vida, desgastado en extremo.

En algún momento de la charla recorde el mensaje que me envio cuando regreso de la sierra, que shilo es recordar. Si a alguien extrañe mucho cuando deje la escuela, fue a él, aquel mushasho que me apretujaba, cuidaba de mí, compartia conmigo, y que por sucesos de la cotidianidad nos distanciamos enormemente. Cada uno siguio con lo suyo, pero para mí quedaba ese espacio, aunque también había cierta sensación de ira, lo extrañaba. El tiempo nos dio la oportunidad de conocer otras cosas, crecer, vivir, desear, sentir, querer, y sin más enos en este momento hablando de lo que hay en presente y por qué no, también en futuro. Afortunadamente hay personas que en ese momento estuvieron y siguen estando en mi vida, ahora me gustaria frecuentarlo más, pero con eso de su movida vida, pues al menos estar más en contacto.

Aunque parezca un tanto insolente es como "Mi niño malo" regresa, permanece, se va, se aleja y vuelve, pero cada vez con un tinte distinto. No es como en "La niña mala" puesto que no nos andamos correteando ni en Francia ni en Europa, ni hemos vivido juntos, ni el trabaja en la ONU, ni es traductor, ni yo me he casado con un Japones, ni he viajado tanto, ni le he preparado el desayuno, ni he tenido vestidos costosos, ja ni he estado en el hospital, y ni espero que dentro de 40 años sigamos estando así. Pero en cada reencuentro, al menos yo, experimento una sensación de pacividad, conforte, alegria, emoción, puesto que supongo que hemos dejado sanar muchas cosas que en su momento nos hicieron daño, es por eso que para mí es así. Simplemente es alguien que me hace bien, me conoce y es a quien aprecio, quiero y es muy importante para mí.